La cocina uzbeka es un vibrante mosaico de aromas, jugosos platos de carne, especias fragantes y hospitalidad. Ha absorbido tradiciones de pueblos nómadas, influencias persas y el legado de la Ruta de la Seda. Cada plato aquí cuenta una historia transmitida de generación en generación.
El sello distintivo de la gastronomía uzbeka es su contundencia y sabores intensos. La dieta se basa en cordero, res, arroz, vegetales y hierbas aromáticas. Un lugar especial lo ocupa el pan plano (non), horneado en un tandyr - horno tradicional de arcilla.
Especias populares:
Comino (zira) - aporta un aroma cálido y nuezado.
Bayas de agracejo - dan el toque ácido al plov.
Cilantro y eneldo - componentes esenciales de muchos platos de carne.
Dicen que el auténtico plov uzbeko solo lo preparan los hombres. Existen más de 100 recetas de este plato, pero la más famosa es el plov de Ferganá con carne tierna, zanahorias y arroz variedad "devzira".
Dato curioso: En Samarcanda se conserva una antigua receta de "choy-palov" - plov preparado sin carne pero con mucha cebolla y especias. Se servía a los viajeros en las casas de té como comida ligera pero sustanciosa.
Estas grandes empanadillas rellenas de carne se cocinan al vapor en una olla especial llamada mantovarka. El secreto de su sabor está en el jugoso relleno con grasa de cola de cordero y trozos de calabaza.
Leyenda: En la antigüedad, los manti eran llamados "comida de guerreros" - se llevaban en campañas militares porque se conservaban frescos por mucho tiempo.
Este plato proviene de la cocina uigur pero los uzbekos lo hicieron suyo. El lagman se cocina en caldo concentrado con fideos caseros, cordero estofado y vegetales.
En Uzbekistán, el shashlik suele marinarse en vinagre de uva con cebolla y especias, luego se asa al carbón o en el tandyr.
Broche dulce: té y postres
Los uzbekos beben té verde con hierbas aromáticas, acompañado de:
Halva de nueces y caramelo.
Navat - azúcar cristalizado con especias.
Samsa de calabaza - versión dulce de este pastelillo.
La cocina uzbeka es un viaje al mundo de generosos dastarkhans donde cada plato cuenta su propia historia. ¡Prueba cocinar plov o manti caseros - y sentirás el calor de la hospitalidad uzbeka!