La cocina francesa es el estándar del arte gastronómico. Desde delicados croissants hasta exquisita bouillabaisse, cada plato es una obra de arte. Ingredientes clave: mantequilla, vino, quesos, trufas y hierbas frescas. Dato curioso: en 2010, la gastronomía francesa fue añadida a la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO como un fenómeno cultural único.