La sopa fría californiana es una versión americana del gazpacho con toques locales. Se prepara con tomates frescos, pepinos, pimientos, aguacate y hierbas. Todos los ingredientes se trituran hasta obtener una crema suave. El toque californiano incluye aguacate y jugo de lima, lo que le da a la sopa una cremosidad especial y un toque ácido. Se sirve bien fría con crotones o chips de tortilla.